domingo, 19 de abril de 2009

Los naturales valencianos siempre seguimos los pasos de los sabios que nos precedieron. Por esta razón recuperamos a Luis Vives.

Entre las sabias cosechas del amplio y rico sembrado cultural de las tierras Valencianas, tenemos la del insigne Juan Luís Vives. Os hago en este trabajo la misma introducción de “Ma Biblia Valenciana del Agua y del Fuego”, Vives nos hace la introducción, pues nadie mejor que él para guiarnos en la investigación y el estudio de nuestros Usos y Costumbres, de nuestra historia Patria. A él le doy las gracias pues su consejo sigo. –So. Andrés Castellano Martí.

INTRODUCCIÓN A LA SABIDURÍA.

Brujas, año 1524.

La verdadera sabiduría consiste en juzgar de las cosas con criterio estragado, estimando a cada una de ellas por su valor real; no yendo en pos de lo vil como si fuera precioso, ni desechando lo precioso como si fuera vil, ni vituperando lo que fuera loable, ni loando lo que fuera merecedor de vituperio.

No hay error en el entendimiento humano ni vicio en el pecho humano que nazca de aquí, ni hay cosa en toda la vida que acarree mayor destrucción que aquel torcimiento del juicio que no da a cada uno de los objetos su precio verdadero y justo.

Acostúmbrese cada uno desde niño a formarse de las cosas opiniones verdaderas, las cuales irán creciendo al paso de la edad. Aficiónese a todo lo que fuere recto y huya de lo que fuere torcido. Esta costumbre en el bien hacer se le trocará casi en naturaleza, por manera que no podrá hacer mal si no fuere forzado y como traído al redopelo. Hase de tomar la más excelente manera de vivir; la habituación la tornará sabrosa en grado sumo. El discurso de la vida toda depende de la crianza que se recibió en la mocedad.

El ingenio o talento con muchas artes humanas y divinas se pule, se labra, se afina y se provee de grandes y admirables conocimientos, gracias a los cuales conoce con exactitud mayor las calidades y valores de cada cosa y puede dictar a la voluntad qué bien debe seguir y qué mal debe soslayar.

La memoria se intensifica y aumenta con el ejercicio. El ingenio se afina y sutiliza con la práctica. Ingenio y memoria se estragan con el regalo; la buena salud los fortalece, la ociosidad y el prolongado descuido los destruyen y el ejercicio asiduo los ponen a nuestra total y rápida disposición. Si lees u oyes, hazlo con la mayor atención; no permitas que ella se derrame; oblígala a estar en lo que hace y no en otra cosa. Sábete que pierdes tu tiempo y tu trabajo si no pones atención en lo que lees u oyes.

No tengas corrimiento de preguntar lo que no sabes; no te sonrojes de aprender, sea quien fuere el que te enseñare, porque los hombres más señalados no tuvieron de ello empacho alguno; avergüénzate en buena hora de no querer ser enseñado.

El tiempo debilita lo falso y corrobora lo verdadero. Trabaja por entender no solamente las palabras, sino principalmente el significado que entrañan.

En el estudio de la sabiduría no se ha de poner término en la vida; con la vida se ha de acabar. Siempre serán tres los puntos que debe meditar el hombre mientras viva: cómo sabrá bien; como hablará bien; como obrará bien.

Los estudios dan sazón y gusto a la alegría, mitigan la tristeza, refrenan el loco empuje de la mocedad, alivian la molesta pesadumbre de la vejez; en casa, fuera de casa, en público, en privado, en la soledad, en el tráfago, en el ocio, en el negocio nos acompañan, nos están presentes, o por mejor decir, nos son luz y guía, nos son ayuda y socorro.

Este es el gran premio del esfuerzo por la cultura, cuyo más auténtico fruto es que todo aquel grande y variado caudal de conocimientos no nos sirva para la necia admiración y alarde vano, sino que se traduzca a la vida práctica, y quien antes de todos saque el provecho sea su poseedor; y no se quede encerrada en el entendimiento como bujeta, donde todos van a sacar lo que les cumple, pero es inútil para el vaso o recipiente.

Juan Luís Vives.

Valencia, 6-III-1492.

Brujas, 6 – V –1540

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